Bien dicen que la primera impresión es la que cuenta y es que vernos bien puede potencializar las muchas otras cualidades que tenemos. Pero ¿cómo construimos nuestra imagen personal para que proyecte lo que deseamos?
Nuestra imagen habla mucho más de lo que creemos. Si crees que la imagen es únicamente lo que te pones y cómo te arreglas, te sorprenderás al saber que no lo es todo. En este artículo te compartiremos esos elementos que quizá no habías considerado, pero forman parte de la manera en la que nos presentamos al mundo y cómo es que queremos que los demás nos perciban.
Al hablar sobre imagen personal, lo primero que viene a nuestra mente, es lo exterior o cómo se viste una persona. En realidad, va más allá del qué y cómo lo usamos, pues intervienen muchos aspectos, que en conjunto conforman nuestra identidad.
Nuestra Conducta
Este es un factor de suma importancia para desenvolvernos de manera adecuada. Es considerado un punto clave junto con los pequeños detalles dentro de nuestro lenguaje corporal (gestos, movimientos, ademanes) dicen mucho más que nuestra apariencia.
Un ejemplo muy claro es cuando nos presentamos a una entrevista de trabajo y la forma en que demostramos seguridad, atención, cordialidad y la forma en la que comunicamos nuestras ideas. Hasta en la forma como nos sentamos habla mucho de quienes somos.
Elementos que intervienen en nuestra imagen
¿Sabes qué es la proxémica? Es un concepto que se refiere a la manera en la que gestionamos los espacios e interactuamos dentro de estos, tanto en un entorno personal como social. ¿Qué sientes cuándo un completo extraño se acerca demasiado a ti? ¿Cuándo entras a un lugar muy angosto y no puedes moverte con facilidad?, el metro, por ejemplo.
El paralenguaje es otro factor que ayuda a la construcción de la imagen personal. Se refiere a la manera en la que decimos las cosas, el tono que usamos, nuestras palabras, nuestros modos y nuestro tono, elementos que indudablemente influyen en la respuesta que recibiremos de otras personas.
Seria un poco incongruente pedir un café en una cafetería a gritos o decirle a nuestra pareja cuanto la amamos en un tono sarcástico o con palabras inadecuadas.
Vestimenta
Debemos ser cuidadosos y elegir lo que nos ponemos de acuerdo al contexto en el que estemos interactuando y que a la vez se conjugue con nuestro comportamiento y forma de expresarnos.
Por ejemplo, dentro del ámbito laboral podemos usar prendas con un estilo más sobrio, pensando siempre en lo que buscamos proyectar, haciendo buen uso de las combinaciones de prendas y colores.
Debes tener cuidado con lo que usas para no proyectar una idea errónea y siempre buscar que tu apariencia haga sincronía con el espacio en el que estas. No olvides que a veces menos es más, trata de que todos los elementos de tu indumentaria tengan una proporción adecuada de sencillez.
Por otro lado, no debes descuidar otros aspectos como lo es la comodidad, siempre buscando sentirte bien con lo que llevas puesto.
Maquillaje
Nuestro rostro, maquillaje y peinado pueden ser un plus o lo que arruine por completo tu imagen, por lo que debes tener siempre presente que debe estar adecuado a la actividad que desempeñas y cuidando aspectos básicos como la limpieza e higiene.
Los factores en los que está fundamentado este tema son concretos, relacionados con nuestra personalidad, vestuario, actitud, pero sobre todo credibilidad.
De la moda lo que te acomoda, la imagen personal va sobre descubrirnos a nosotros mismos, qué nos gusta y en qué nos equivocamos, descubrir nuestros puntos positivos y así valorarlos para tratar siempre de presentar quiénes somos realmente.
No dudes en tratar de derribar prototipos y modelos instalados; enfocarte en buscar responder las expectativas sociales sin dejar de lado tu propia naturalidad y recuerda que lo realmente importante es estar cómodo contigo mismo.